lunes, 9 de enero de 2012

Artículo curioso sobre la basura espacial


El espacio alrededor de la Tierra se está convirtiendo en un basurero. ¿Chocará la
próxima misión espacial contra una herramienta perdida o contra los pedacitos de un
satélite destruido?


Todo parecía estar normal en el espacio. Los astronautas trabajaban duro en la Estación
Espacial Internacional. De repente, una alarma sonó. El Centro de Control de Misión les
ordenó que abandonaran la estación. Se apuraron a la nave de escape, donde esperaron más
órdenes. ¿Cuál era la emergencia?
Un pequeño trozo de basura espacial se dirigía hacia la estación espacial a una velocidad de
28.000 kilómetros (17.500 millas) por hora. El Control de Misión temía que chocara contra la
estación. Diez minutos después, Control de Misión mandó una orden marcando el fin de la
alerta. ¡Uf! La estación estaba a salvo.
Sobras espaciales
Este encuentro cercano ocurrió el 12 de marzo de 2009. No era la primera vez que la basura
espacial amenazara la vida de los astronautas. Y no será la última. A mí me consta. He estado
interesado en la basura desde que tenía 12 años. No me refiero a la basura en tu cuarto que les
molesta tanto a tus padres. Me refiero a la basura que se encuentra por todos lados en el espacio
alrededor de nuestro planeta.
Nosotros depositamos mucha basura en el espacio. Cada año añadimos más. Esto quizás sea
así porque si la basura no está a la vista, no pensamos en ella. Pero la basura espacial ha
causado muchos problemas.
El primer satélite artificial se lanzó en 1957. Desde entonces, hemos lanzado miles de
satélites. Usé uno de ellos para ir en busca de agujeros negros. Muchos siguen en órbita. Sólo
uno de cada cinco sigue trabajando. El resto es basura. Los satélites pueden ser de diferentes
formas y tamaños. Algunos son del tamaño de un autobús escolar. Pero a pesar de su porte,
muchos de ellos no son tan peligrosos. Son bastante grandes para poder seguirles la pista.
Podemos localizarlos en un mapa para saber dónde se encuentran.
Desperdicios espaciales
Los satélites quemados son sólo un tipo de basura espacial. Los cohetes vuelan por el espacio
para colocar a los satélites. Normalmente, una sección del cohete se queda en el espacio con el
satélite, también.
Estos cohetes que originalmente fueron valiosos ahora son parte de un grupo de basura espacial
que va en aumento. Muchos todavía contienen combustible para cohetes que puede explotar.
Si uno explota, puede estallarse en centenas de pedacitos pequeños. Cada uno de esos pequeños
pedazos puede añadirse a la cantidad de basura en el espacio.
Unas piezas de basura espacial ya se han estallado en pedacitos. Los Estados Unidos y la
antigua Unión Soviética ponían a prueba sus armas destruyendo viejos satélites. Estos satélites
que servían de blancos se hicieron centenas de pedacitos.
China hizo lo mismo hace unos años. Uno de sus misiles chocó contra un satélite
meteorológico grande. El misil y el satélite se hicieron pedacitos, de tal manera se convirtió
este caso en el peor evento de arrojar basura en el espacio—desde siempre. Hasta el momento,
los científicos han contado más de 2.800 pedacitos.
Basura que sobra
La basura espacial puede crear aún más basura espacial. El año pasado, un satélite ruso
descompuesto chocó contra un satélite estadounidense que estaba funcionando. ¿Qué ocurrió?
Ambos satélites explotaron y crearon más basura espacial.
La explosión arrojó más de 1.600 piezas grandes de basura al espacio e innumerables pedacitos
más pequeños. Cada uno de estos pedazos amenaza la vida de los astronautas que
valientemente trabajan en el espacio. Cada pedazo también es capaz de destruir los satélites que
están funcionando.
Con cada nueva misión espacial, parece que más y más pedacitos de basura espacial van
amontonándose. Parte de esta basura se agrega accidentalmente. Otra se pone allí a propósito.
Las herramientas y los tornillos que se pierden, los guantes que se caen y los trocitos de pintura
desconchada llegan todos a formar parte de la basura espacial. También la basura regular. Los
cosmonautas rusos en una estación espacial tiraron su basura al espacio. Como resultado,
aproximadamente 300.000 piezas de basura espacial más grandes que un centímetro
(aproximadamente media pulgada) ahora están en el espacio.
Chatarras pequeñas, grandes daños
Toda esta basura puede causar problemas. Los objetos que orbitan la Tierra que se encuentran a
la misma distancia que la Estación Espacial Internacional, vuelan por el espacio a 7,7
kilómetros (casi cinco millas) por segundo. A esa velocidad, un objeto del tamaño de una
moneda de cinco centavos puede causar el mismo impacto que un carro que viaja a 80
kilómetros (50 millas) por hora.
Esto puede causar grandes daños. La basura espacial ha roto ventanas y escudos térmicos. Ha
abierto agujeros en los paneles solares. Nada que orbita la Tierra está a salvo de estos restos.
La basura espacial también amenaza la Tierra. En promedio, una pieza de basura cae a la Tierra
cada día. La fricción con las partículas en la atmósfera de la Tierra causa que la mayoría de
estas cosas se quemen en el aire. Las piezas más grandes chocan contra la tierra o se lanzan
dentro de los océanos. Por suerte, sólo una persona ha sido golpeada con basura espacial que
cayó a la tierra. Ella no se lastimó.
Para proteger a los astronautas y a los valiosos satélites, los científicos le siguen la pista a la
basura espacial. Usando radar y telescopios, pueden seguirle la pista a las piezas un poco más
grandes que una toronja. Esto les permite saber la locación de 19.000 piezas de basura. Pero
esto sólo es la basura más grande. Millones de piezas son mucho más pequeñas. Estos
pedacitos de basura pueden causar grandes daños. Pero no hay manera de saber dónde se
encuentran.
Escudos activados
¿Qué se puede hacer sobre la basura espacial? Bueno, un buen primer paso sería producir
menos basura. Los científicos están diseñando herramientas que son más difíciles de perder.
Por ejemplo, es fácil que a un astronauta se le caiga la tapa del objetivo de una cámara. Es más
difícil perder la tapa si está atada a la cámara.
Un cohete espacial puede usar su combustible sobrante. Esto evita que el cohete explote y
cause aún más basura. Los escudos espaciales pueden proteger a los astronautas y sus naves
espaciales también. Los astronautas visten trajes espaciales con una capa de material antibalas.
Esto los protege de piezas pequeñas de basura, las cuales podrían cortar su traje.
Colectando basura en el espacio
Producir menos basura y proteger a los astronautas son sólo los primeros pasos. Sabemos que
la basura que ya está en el espacio es muy peligrosa. Actualmente, hay aproximadamente
13.000 encuentros cercanos que ocurren entre naves espaciales y basura espacial cada semana.
Peor aún, la basura que ya se encuentra en el espacio está produciendo más basura. Por lo tanto,
se necesita hacer algo.
Los científicos están buscando maneras de retirar la basura espacial. Una idea es de disparar
láseres a la basura. Los láseres pueden mover la basura lejos de los satélites que funcionan. El
único problema es que la gravedad de la Tierra puede jalar la basura de nuevo. Por lo tanto, la
basura seguiría presentando el mismo problema.
Nuevas naves espaciales pueden funcionar como camiones de recolección de basura. Las redes
en estos camiones de basura voladores pueden atrapar la basura y tirarla a la atmósfera de la
Tierra. La basura se quemaría antes de caer a la tierra. La basura en llamas iluminaría el cielo.
Hay algo que todos tenemos en claro: Los científicos tienen que trabajar juntos para hallar
soluciones. No hay un sólo país que sea responsable por retirar la basura del espacio. Muchos
países arrojaron basura al espacio. Ahora tenemos que limpiarlo para que estemos seguros en el
espacio.
¡Perdidos en el espacio!
-El guante perdido del astronauta Edward White voló alrededor de la Tierra 28.000 kilómetros antes de quemarse.
-Una bolsa de herramientas que costó $100.000 se perdió durante la reparación de la Estación Espacial
Internacional. La gente la podía ver desde la Tierra con un telescopio.
-El satélite Vanguard I sigue en órbita desde 1958 y se considera ser la pieza más vieja de basura en el espacio.

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